QUERIDO AMIGO

Querido amigo:

cuando recibas esta carta estaré sentado en mi pequeño planeta. Mi hermosa rosa se estirará desde su parterre y esbozará una sonrisa tan solo como ella es capaz de hacerlo, ¡qué hermosa es!

Sigo deshollinando mis volcanes, no sea que algún día entren en erupción y sigo manteniendo a raya a mis baobabs. La vida en el Asteroide B612 sigue siendo apacible y tranquila.

Hace mucho tiempo que dejé tu hermoso planeta y echo de menos sus puestas de sol, sus amaneceres, el sabor de la comida recién cocinada y la frescura del agua cuando tengo sed. Y sobre todo echo de menos a aquel zorro que supo domesticarme y a vosotros, los humanos, que sois capaces de realizar tan hermosas y a la vez tan oscuras cosas.

Mi carta es para invitaros a un viaje especial. Me gustaría que fuerais capaces de conocerme y a la vez de conoceros. Es por eso que os invito a adentraros en mi mundo. Un mundo pequeño, hecho a mi medida. Os invito a leer y os invito a comunicaros conmigo. Recibiréis mis cartas a medida que leáis el libro, a las que espero contestación.

Disfrutad de la lectura, como yo disfruto de mis numerosas puestas de sol.

Un saludo.

El Principito.

viernes

¿DÓNDE ESTÁ?

Han transcurrido ya seis años y es la primera vez que relato esta historia. Los camaradas que me encontraron se alegraron de verme vivo. Estaba muy triste, pero les decía: "Es la fatiga..."
Con el tiempo encontré algo de consuelo. Tengo la certeza de que regresó a su planeta, pues, al despuntar el día, no hallé su cuerpo. Por las noches me gusta oír las estrellas. Suenan como si fueran millones de cascabeles.
He aquí algo extraordinario. Olvidé agregar la corra de cuero al bozal que dibujé para el principito. No habrá podido colocársela nunca. Me pregunto: "¿Qué habrá sucedido en su planeta? Tal vez el cordero haya devorado a la flor..."
Muchas veces me respondo: "Seguramente no". El principito sabe cuidar a su rosa poniéndola todas las noches bajo un globo de vidrio, al tiempo que vigila celosamente a su cordero...Y así me siento feliz. Y todas las estrellas ríen dulcemente.
Otras veces pienso: "Sería suficiente distraerse tan sólo una noche..., y olvidarse del globo de vidrio..., en ese caso el cordero saldría cuidadosamente a fin de no ser escuchado, y comería la flor durante la noche...¡Los cascabeles de pronto se transforman en lágrimas!...
Es realmente un gran misterio. Para vosotros que seguramente amáis también a mi hombrecito, nada en el mundo sigue siendo igual si en algún lugar, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, sí o no, a una rosa...
-Levantad los ojos al cielo y preguntad: ¿el cordero, sí o no, ha comido a la flor? Y veréis como todo cambia...
Os aseguro que no hallaréis persona mayor alguna, que comprenda la importancia que ello tiene, para quienes hemos conocido al principito.

Para mí, es éste al mismo tiempo, el más bello y triste paisaje del mundo. El mismo que el que lo precede, pero lo repito para que lo miréis con atención. Es aquí donde el principito apareció en este planeta y es también aquí donde finalmente desapareció.
Repasad esta imagen como para estar bien seguros que habréis de reconocerlo, si viajáis algún día a África, en el desierto. Si pasáis por allí os suplico: tened la gentileza de esperar; no os apuréis, aguardad unos instantes, exactamente debajo de la estrella. Si veis que un niño se os aproxima, ríe, tiene cabellos color oro, si no responde a vuestras preguntas, ya sabréis de quién se trata. ¡Sed bien gentiles entonces! Escribidme sin vacilar un instante, contadme que el principito ha regresado...

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