QUERIDO AMIGO

Querido amigo:

cuando recibas esta carta estaré sentado en mi pequeño planeta. Mi hermosa rosa se estirará desde su parterre y esbozará una sonrisa tan solo como ella es capaz de hacerlo, ¡qué hermosa es!

Sigo deshollinando mis volcanes, no sea que algún día entren en erupción y sigo manteniendo a raya a mis baobabs. La vida en el Asteroide B612 sigue siendo apacible y tranquila.

Hace mucho tiempo que dejé tu hermoso planeta y echo de menos sus puestas de sol, sus amaneceres, el sabor de la comida recién cocinada y la frescura del agua cuando tengo sed. Y sobre todo echo de menos a aquel zorro que supo domesticarme y a vosotros, los humanos, que sois capaces de realizar tan hermosas y a la vez tan oscuras cosas.

Mi carta es para invitaros a un viaje especial. Me gustaría que fuerais capaces de conocerme y a la vez de conoceros. Es por eso que os invito a adentraros en mi mundo. Un mundo pequeño, hecho a mi medida. Os invito a leer y os invito a comunicaros conmigo. Recibiréis mis cartas a medida que leáis el libro, a las que espero contestación.

Disfrutad de la lectura, como yo disfruto de mis numerosas puestas de sol.

Un saludo.

El Principito.

jueves

RESPUESTAS A LA SEGUNDA CARTA

Querido Princito:
Me imagino que tu planeta es pequeño, bonito y que en él viven pocas personas.
Pienso que pudiste llegar a la Tierra en un cohete espacial.
No puedo ayudarte a recoger fruta porque los baobabs son muy altos.
Adiós, hasta la próxima.

Jésica.



Querido Principito:
Me imagino tu mundo como un prado verde con flores y pequeñas casas. Creo que viniste  la Tierra metiéndote en un cañón y saliste disparado hacia aquí. A lo mejor si talas los baobabs os queda leña para calentaros.
Un beso.

Silvia.


Querido Principito:
Me imagino tu planeta redondo, gris, con mucha arena y con muchas estrellas rodeándote, pequeñito como una pasa. ¡Estoy deseando ir a verte! Para contarte varias cosas que pasan en mi cole.
Yo creo que llegaste a la Tierra en un plátano volador, en realidad es como un avión con asientos, pero en este solo hay uno para ti. ¡Qué diver!
Y ¿cómo arreglaría tu problema? Dándoles a beber a los árboles una poción que te enviaré por carta para que no crezcan más y que disminuyan su tamaño.
Un saludo.
Hasta la próxima carta.

Tu amiga, Ángela.


Algunas de las naves que nos imaginamos...





No hay comentarios:

Publicar un comentario